En algún lugar del mundo un hombre ha secuestrado a una niña. Pronto la violará, la torturará y la asesinará. Si una atrocidad de esta clase no ocurre precisamente en este momento ocurrirá en unas horas, a lo sumo en unos días. Esa es una fiabilidad que podemos extraer de las leyes estadísticas que gobiernan las vidas de seis mil millones de seres humanos. La misma estadística sugiere también que los padres de estas niñas creen en este mismo instante que un Dios omnipotente e infinitamente bondadoso cuida de ellos y de su familia. ¿Tienen alguna razón para creer esto? Es más, ¿está bien que lo crean?Alguien tendría que haberle explicado al Sr. Harris dos cosas:
La respuesta a ambas preguntas es muy clara: NO.
Todo el ateísmo está contenido en la respuesta anterior.
La primera, y más evidente, es que ese hecho no explica que no exista Dios. Dios puede seguir existiendo, salvo que en vez de ser bondadoso sea, en sentido figurado, un perfecto hijo de puta. No estaría de más recordar que Saturno, dios él, se comía a sus hijos y estoy seguro que Jehová, no hubiera ganado ningún concurso de popularidad en el Egipto de los faraones después de haberles mandado las siete plagas.
La segunda es más sutil y perfectamente compatible con la existencia de un Dios bondadoso. El hecho de no entender un suceso, por cruel que sea, no implica, necesariamente, que éste sea malo. Por ejemplo, mis hijos pequeños no entienden que les prohíba comer chuches (con lo ricas que están) a todas horas o que les obligue irse a la cama temprano (con lo a gusto que se está jugando hasta caer dormido encima de la cama)
Naturalmente no estoy equiparando comer chuches con violación y asesinato, lo que critico es el razonamiento, porque lo que sucede es que el Sr. Harris parte de su punto de vista de ateo, en el que la vida es el bien supremo, para tratar de demostrar que Dios no existe, lo que, desde un punto de vista de la lógica es, cuando menos, discutible.
A este tipo de razonamientos el creyente suele responder de esta guisa:
Efectivamente el hecho es cruel y malvado, pero los caminos del Señor son inescrutables, o como nos decían de niños, Dios escribe recto con renglones torcidos
En cualquier caso me quedo con la primera explicación.
Si yo tuviese que demostrar la no existencia de Dios, me limitaría a afirmar que hasta ahora nadie ha probado que existe y que en el campo del conocimiento la carga de la prueba recae sobre aquel que hace las afirmaciones.
Por ejemplo si yo afirmo que las hadas existen y viven en los bosques, es mi obligación ir al bosque y traer un hada viva y no puedo refugiarme en la contestación de que no puedo traerlas "porque se esconden muy bien".
y que quede claro que eu non creo nas meigas, mais habelas, hainas
Nuevamente nos entraríamos con que el creyente afirmaría que él no necesita demostrar nada porque la creencia en Dios es un acto de fe, y la fe no necesita justificarse con la razón.Con lo que tenemos servido un auténtico diálogo de sordos. Entiendo que fe y razón son conceptos del todo incompatibles y que tratar de llegar a la fe a través del método científico es tan ridículo como tratar de utilizar una báscula como cronómetro. Naturamente el recípoco también es cierto ya que como dijo hace algunos siglos el Cardenal Bellarmino:
La Bibia te enseña como ir al Cielo, no como van los cielosA mi, sinceramente, el tema de la existencia de Dios no es algo que me preocupe, bastante tengo con preocuparme para llegar a fin de mes. Aunque reconozco que si me gustaría que existiese un Dios y que cuando todo acabase, alguno se llevase su merecido...