miércoles, 22 de mayo de 2013

Una de hipocresía, con dos gotas de azúcar, por favor.

La hipocresía es, de acuerdo al diccionario de la RAE, el fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan.

Es lugar común que tildar a alguien de hipócrita sea una de las mayores ofensas que podemos hacer, como también lo es tachar de hipócritas a todos aquellos que no viven de acuerdo a lo que nosotros creemos correcto (craso error).

Aunque creo que, por una vez, estamos todos de acuerdo en que la hipocresía es algo perverso, me gustaría realizar una defensa de la misma. Al fin y al cabo, sería hipócrita por nuestra parte no reconocer que en alguna ocasión hemos sido unos hipócritas.

A diferencia de, por lo visto, otras personas descubrí que vivíamos en una sociedad de y para hipócritas en mi más tierna infancia, y eso fue de la mano (y nunca mejor dicho) de la persona más tierna y maravillosa del mundo: mamá.

La cosa fue, más o menos como sigue. Debía yo de rondar los cinco - seis años y estaba de visita una vecina de las asiduas. Al irse, mi madre comentó a mi padre

- ¡Vaya tía pesada! ¡Menos mal que se ha ido!

(En defensa de mi madre, he de decir que efectivamente era una pesada)

A los pocos días vuelve a casa y mi madre la recibe con un efusivo

Mamá: - ¡Qué alegría verte! -


Yo: Pero, mamá, ¿no decías que era una pesada?


¡¡¡Zas!!! ¡¡¡En toda la boca!!! Literalmente.



Descubrí entonces, sobre todo cuando la pesada volvió a venir a casa a los pocos días, que una cosa es lo que pensamos, otra muy distinta lo que decimos y otra más diferente aún en como actuamos.

También descubrí a pensarme mucho las cosas antes de decirlas, sobre todo en presencia de mamá.

Desde entonces, tengo para mí que la hipocresía no es más que el aceite que lubrica las relaciones humanas y que hace que podamos vivir en sociedad sin sacarnos los ojos los unos a los otros.¿De verdad alguien soportaría vivir en una sociedad en donde todos fuéramos sinceros al 100%  el 100% de las veces?

Pero, por Dios, si, en el colmo de la la hipocresía,  hasta hemos inventado un palabra para cuando queremos ser hipócritas: "mentira piadosa"

Ahora mi top list de hipócritas preferidas

  1. Los adolescentes. Siempre dispuestos a salvar el mundo, criticando el egoísmo y la falta de solidaridad de la clase dirigente. Capaces de limpiar las selvas y los polos (norte, sur, este y oeste) y de jugarse la vida por la foca mesopotámica. Ahora prueba a decirles que limpien su cuarto o que ayuden a su madre a limpiar la cocina que ellos han ensuciado.
  2. Las mujeres que se casan con los hombres1 por causas tan peregrinas como: el irse de casa (es que el ambiente era irrespirable), es un buen partido, tenía que hacerlo (?), seguro que será un buen padre/madre, es de buena familia... Sinceramente, prefiero a las prostitutas. A ellas al menos sabes porque te las estás *****. Además, ¿cómo se puede tener tanta cara de jurar delante de tantas personas que amas a una persona sin ser verdad?. Eso sí, para compensar, cuando su matrimonio fracasa, no hacen más que culpar a la parte de contratante de la primera parte omitiendo deliberadamente el motivo real de su boda.
  3. Aquellos que no hacen más que quejarse de que vivimos en una sociedad de hipócritas. ¿Y tú, que, macho? ¿Acaso vives en Urano? ¿Lo acabas de descubrir?. Pues tengo otra mala noticia que darte: los reyes son los padres.
Que conste que deliberadamente he omitido a los hipócritas profesionales, como por ejemplo los políticos, ya que para ellos la hipocresía es parte de su modo de vida, y ya se sabe que con las cosas de comer no se juega.

Me gustaría también hacer una matización. Creo que los seres humanos a veces hacemos lo contrario de lo que decimos, o que somos capaces de defender simultánemente posturas contradictorias, Por ejemplo, defender el aborto, porque es un tema que solo atañe a la madre, y a continuación restringirlo con plazos y condiciones. Este hecho de ser incongruentes, no me parece ni tan malo ni tan grave, ya que eso es una de las características que nos hace ser humanos. Si no tuviésemos estas contradicciones internas, no seríamos nada más que meros robots.

Otra cosa muy distinta, es que hagamos de estas contradicciones nuestra razón de ser, en cuyo caso es más que probable que seamos bipolares.

Para terminar, reconozco que yo también soy un hipócrita (aunque no el 100% de mi tiempo, ni el 100% de las ocasiones).


1Aunque aquí hablo de mujeres que se casan con hombres, hay que entenderlo en todas las combinaciones posibles: HM HH MM MH

9 comentarios:

Vanbrugh dijo...

Yo creo que lo que nos rodea habitualmente no es tanto la hipocresía, fenómeno relativamente raro, como la incoherencia. Y la verdad es que lo lamento, porque la hipocresía me merece bastante más respeto. En cierta medida la considero incluso útil.

Hipocresía, dice el DRAE, es fingir cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se experimentan. Le falta añadir, pienso, que habitualmente los que se fingen es porque se los considera buenos, mientras que los verdaderamente experimentados se ocultan por considerarlos malos.

El hipócrita, por tanto, debe reunir, para serlo, no pocas cualidades positivas, fundamentalmente la de ser capaz de distinguir lo bueno de lo malo, y también la de ser consciente de que sus cualidades o sentimientos no son buenas. Ojalá esto le pasara a todo el mundo, nos iría mucho mejor.

El adolescente que critica el desorden del mundo y la falta de solidaridad, pero no ordena su cuarto ni ayuda a su madre, no es consciente de la falta de coherencia entre su comportamiento y su discuro. No es, por tanto, hipócrita. Es, sencillamente, incoherente, lo que, siento decirlo, no suele obedecer a otra causa que la de ser idiota, caso lamentablemente frecuente entre los adolescentes de todas las edades.

Si fuera hipócrita se daría cuenta de su propio mal comportamiento, de su falta de inclinación a ordenar lo que queda a su alcance o a ayudar a quien puede, y fingiría que no le pasan esas cosas, para lo cual, aún sin ganas ni deseo, tendría que ordenar mínimamente su cuarto y ayudar mínimamente a su madre, y eso que saldríamos ganando todos.

En resumen, la hipocresía requiere una sensibilidad moral, un conocimiento de uno mismo y una capacidad de trabajo que, en general, brillan por su ausencia.

¡Ojala fuéramos todos un poco más hipócritas!

Miroslav Panciutti dijo...

Creo que tu último ejemplo, el del aborto, no viene muy bien traído para ilustrar la hipocresía, aunque es obvio que es el motivo del post. De hecho, dudo que nadie defienda el derecho de la madre a abortar en cualquier momento, hasta un segundo antes del parto (suponiendo que fuera posible, claro). Por lo tanto, no hay incongruencia entre ambas posturas. Hoy en día (aunque no ha sido siempre así) la cuestión central está en la naturaleza del feto, creo yo, y por tanto hasta qué momento de la gestación es lícito el aborto: nunca, ya que es ser humano desde la concepción o en un determinado estadío de su evolución. Como el desarrollo fetal es tan progresivamente continuo, la cuestión del plazo siempre es "convencional", lo cual, para mí, no equivale a considerarlo hipócrita. Sería más fácil si, como los Padres de la Iglesia, tuviéramos claro en qué momento Dios le infunde el alma.

Numeros dijo...

Miros Lo del aborto más que el motivo ha sido la inspiración. Eso y el que hija adolescente me hubiese estado sermoneando acerca de lo buenos que son ellos (los jóvenes) y de lo malos que somos nosotros (los viejos).

Y es que a veces los dioses se confabulan para hacernos escribir.

En cuanto al aborto yo si encuentro incongruencia, que no necesariamente hipocresía, en defender "las mujeres parimos, nosotras decidimos" con el a continuación ponerles condiciones.

Si encuentro hipócrita la postura de defender que el aborto es una decisión trágica para las mujeres y querer hacernos ver que todas las mujeres que abortan lo hacen poco menos que forzadas por vivir en unas condiciones de vida dickensianas.

La realidad es que habrá muchas que lo hagan poco menos que forzadas por su situación personal, pero también hay muchas que lo hacen porque sencillamente no quería tener un hijo.


De manera que si partimos de la base del "La Mujer decide, la sociedad respeta, el Estado garantiza, las Iglesias no intervienen" tendremos que aceptar, mal que nos pese, el derecho de la madre a abortar en cualquier momento, hasta un segundo antes del parto.

Apostilla Obsérvese como dan la misma noticia El País y Estrella Digital

Numeros dijo...

Vanbrugh Como muy bian apuntas el hipócrita sabe distinguir entre el bien y mal, y entre sus cualidades se apuntan las buenas y se borran las malas. Pero es que esa capacidad de discernimiento también la tienen los jóvenes. Otra cosa es que la idiocia propia de la edad se lo haga manifestar de forma tan vehemente.

Niéguele a joven que detesta al dinero como origen y fuente de todos los males, ese mismo dinero para comprarse esos vaqueros tan moles, el último ipad o déjele sin saldo en su móvil

También puede ser que yo tenga mala suerte con mis hijos.

Anónimo dijo...

"Que ayuden a su madre a limpiar la cocina"... jjajajajaj me parto, me parto. en fin.

Amaranta.

Anónimo dijo...

Pero Números cómo puedes criticar a las mujeres que se casan con un fin diferente al amor y quedarte tan pancho cuando tú crees que limpiar la cocina es cosa de las madres.

Tu generación y en general todas las generaciones andáis un poco perdidas con esto del amor, la pareja, la familia, los roles que hombres y mujeres desempeñamos dentro de estas relaciones. Pero en definitiva no puedo entender que un hombre que tiene tan claro que el ámbito de las tareas del hogar son de la mujer ( y deduzco que lo tienes claro por tu afirmación de pedirle a los hijos que ayuden a mamá, pues que ayuden a papá no te jode) pueda criticar tan "a lo loco" a las mujeres de tu generación chatito (que no de la mía) que han tenido que casarse por otras causas diferentes al amor.

Es muy crudo llamarlas putas, si tu madre te leyera te daba otro zas en toda la boca por capullo, que bien te vendría. Y es muy crudo porque todas estas mujeres no han tenido otra opción, vivían bajo las órdenes de papá, de los hermanos varones y posteriormente del marido. Sólo las viudas conseguían una independencia real. Porque la independencia en los años donde los de tu generación os criasteis no dependía del trabajo y del dinero que con él ganabas, sino de quién era el propietario de esas ganancias y está claro que las mujeres no eran propietarias de sus bienes. Y eran vendidas mediante dotes.

Y por mucho que hoy sea distinto, no puedes pretender que una mujer criada bajo esos principios pueda quitarse de encima esa sensación.

Lo curioso es que vosotros, hombres que tenéis de los cincuenta a los sesenta, hayáis olvidad tan pronto en qué condiciones se han criado las mujeres de vuestra edad sin olvidar que la cocina sigue siendo asunto exclusivamente suyo.

De todas formas una familia suele naufragar cuando sus pilares se fundamentan exclusivamente en "el amor". Una familia necesita de una estabilidad más duradera que el efímero enamoramiento. Y de hecho ahí tenemos el panorama de los divorcios.

No me gusta nada que comparemos tan ricamente a las mujeres con las prostitutas. Y si hay alguna prostituta que se sienta ofendida por lo que digo, espero que entienda que lo digo por las ventajas que ellas disfrutan aún a pesar de ser prostitutas.

Amaranta.

Numeros dijo...

Amaranta Confieso Amaranta que me ha costado pillar tu comentario. No entendía que me dijeses que tú crees que limpiar la cocina es cosa de las madres. Al final me temo, Amaranta, que no has pillado el sentido de la hipocresía. Entiendo que lo políticamente correcto era haber escrito limpien su cuarto o que ayuden a su madre o padre o tutor o tutora a limpiar la cocina que ell&s han ensuciado

o quizás limpien su cuarto o que ayuden a su #adre o tutor@ a limpiar la cocina que ell&s han ensuciado;

donde # puede sustituirse por m ó p, @ por a o " " y & por a u o, dejando constancia de que el hecho de haber puesto la m antes de la p, la a antes que el " " y la a antes que la o no es indicativo de desprecio alguno hacia las mujeres sino que su elección viene dada por que figuran antes en el alfabeto.


Ya puesto habrás observado que que hablado de Los adolescentes y de ellos y no veo que te siente mal el que, siguiendo esa filosofía, haya excluido a las mujeres.

Pues para que quede claro me refiero tanto a las adolescentes como a los adolescentes y que su hipocresía radica en que quieren limpiar el mundo y se niegan a echar una mano a su #adre o tutor@ a limpiar su cuarto y la cocina que ell&s han ensuciado; donde # puede sustituirse por m ó p, @ por a o " " y & por a u o, dejando constancia que el hecho de haber puesto la m antes de la p, la a antes que el " " y la a antes que la o no es indicativo de desprecio alguno hacia las mujeres sino que su elección viene dada por que figuran antes en el alfabeto.

¿Mejor así?

De lo otro te contesto a continuación.

Numeros dijo...

Amaranta Me temo que te perdiste el pie de página. te lo repito para que te quede claro:

Aunque aquí hablo de mujeres que se casan con hombres, hay que entenderlo en todas las combinaciones posibles: HM HH MM MH Y sí, las critico como critico a los homosexuales varones que se casan con mujeres para ocultar su condición sexual. Y no me vengas con historias del trauma que tienen que soportar los pobrecitos y de lo cruel que es la sociedad con ellos y que por eso tienen que disimular su condición. Porque cuando un hombre se casa con una mujer sin quererla, por motivos tan espurios como ocultar su condición sexual lo único que hace es joder la vida a una mujer que no tiene la culpa de nada. Y por idéntico motivo si una mujer se casa con un hombre para huir de un ambiente opresivo en su hogar lo único que termina haciendo es, también, joder la vida al marido que, tampoco, tiene la culpa de nada.

Y como veo que esto de los sexos eres tan susceptibles, dejo constancia que, para simplificar, hago únicamente referencia a dos ejemplos y que pueden y deben ampliarse a todas la combinaciones posibles.

Numeros dijo...

Amaranta Para terminar y para tu información, en mi casa el tema de la cocina lo llevo todo. Y eso incluye, aunque no sea lo único, desde hacer la comida, para toda la familia, poner y recoger la mesa, poner y quitar el lavajillas y barrer y fregar tanto suelo como el poyo. Y me apostaría doble contra sencillo a que he quitado más pañales que tú y he bañado a mis mis hijos más veces que tú a los tuyos (en su tiempo también entraba dentro de mis cometidos y me encantaba hacerlo).

De manera que, te aconsejo que antes de hablar de hablar de lo que no sabes, que pienses bien tus palabras porque, afortunadamente, el hombre de Cromagnon, en según que ambientes, hace tiempo que paso a la historia y si tú solo te relacionas con ellos, pues entonces la culpa será tuya.