miércoles, 4 de enero de 2012

El caso Urdangarín: Conductas inapropiadas y corrupción

Quiero comenzar felicitando el año a todos mis lectores.

Lo único bueno de que se vayan acabando estas Fiestas llenas de paz y amor, es que ya podemos volver a mandar a tomar por donde la espalda pierde su digno nombre, a nuestros prójimos más cercanos sin sentirnos mal por ello.

Sin duda el Caso Urdangarín ha sido tema de conversación durante todas las reuniones de estas fechas.  De toda esta historia a mi lo que más me ha sorprendido ha sido la reacción de SM el Rey de tratar el comportamiento de su yerno como "no ejemplar". Alguien debería haber dicho a SM que su yerno no ha hecho más que repetir lo que ha visto hacer a su alrededor.

¿No se pregunta  Su Majestad cuáles son los méritos de su hija Cristina para estar cobrando 90000 euros al año de la Caixa, los de su hija Elena para trabajar en Mapfre o los de la hermana de su nuera para trabajar en el Ayuntamiento de Barcelona?

¿Acaso nos toma la Casa Real por idiotas a todos los españoles?

La pregunta es retórica, no hace falta que la contesten.


El Rey, a sabiendas del comportamiento poco ejemplar de su yerno, hizo que fuese contratado por Telefónica y enviado a los EEUU con un sueldo que, según algunas fuentes, ronda los 600000 euros anuales por no hacer nada.

Aprovecho para ofrecerme al Sr. Alierta para que me contrate para no hacer nada por la mitad de dinero.

El problema más grave al que se puede enfrentar un país es a la corrupción. España es, a día de hoy, un país donde la corrupción está institucionalizada en grado sumo, empezando por la más alta institución del Estado: el Rey que, como sus predecesores, considera este país como su feudo privado.

Quizás convendría empezar a decir en voz alta que el gran pacto que hizo posible la Transición fue que el Rey consintió  en ceder el poder a cambió de que lo dejaran en paz y de que pudiese ocuparse del cobro de comisiones.

2 comentarios:

Lansky dijo...

Manejas conceptos demasiado libremente, en mi opinión, y es por eso y no por la denuncia de fondo, por lo que no estoy de acuerdo contigo:

No, la corrupción es una gran lacra, pero no el mayor problema de un país, como tu señalas, sino la falta de libertades; tú, sin ir más lejos, puedes escribir lo de más arriba sin esperar a que vayan a detenerte a tu casa. Y tampoco está 'institucionalizada' la corrupción, sino sólo demasiado generalizada, lo que ya es suficientemente malo. La corrupción institucionaliada son la que se da en las dictaduras, como nuestra anterior época franquista.

Bueno, hemos sobrevivido a otras navidades de los cojones

Numeros dijo...

De acuerdo Lansky en que la falta de libertades, de educación o de sanidad son problemas más graves que la corrupción.
En mi defensa tengo que decir que me refería a países democráticos con un nivel de vida mínimos.
En cuanto si en España la corrupción está institucionalizada o, simplemente, está generalizada creo que es un tema lo suficientemente peliagudo como para ser tratado aparte.