lunes, 30 de julio de 2012

De pesas y medidas

Cualquiera que haya viajado a países anglosajones se habrá visto confundido por su muy particular  sistema de unidades, conocido con el muy pomposo nombre de imperial units o imperial system.
Acostumbrados al sistema métrico decimal, el trabajar con pies, pulgadas, yardas y sus correspondientes equivalencias parece algo diseñado para torturar al pobre alma humana, cuando la realidad es todo lo contrario.

Sirva este humilde post para reivindicar el antiguo sistema de unidades. Para empezar, antes de la implantación del actual sistema métrico(1), allá por mediados del siglo XIX, en todo el mundo regían sistemas similares al británico. Sus principales características son dos:
  1. Eran medidas antromórficas, basadas en el cuerpo o en actividades humanas.
  2. Eran mucho más fáciles de entender o manejar.
Sí ha leído bien eran mucho más fáciles de entender y manejar.
  1. En contraposición, el sistema métrico es natural, basado en las dimensiones de la tierra o fenómenos naturales.
  2. Es mucho más difícil de entender y manejar.
Vamos a tratar de entender estas ventajas. Por ejemplo consideremos el pie como unidad de medida. Si necesitamos medir una habitación, podemos utilizar nuestros propios pies como cinta métrica.

Otro ejemplo. Va andando, o a caballo, y en un momento determinado pregunta cuanto le falta por llegar a su destino. ¿Cuál de éstas dos distancias contiene más información:
  • (a) 7 leguas,
  • (b) 52 kilómetros?
La opción correcta es la (a), porque una legua es la distancia que una persona, a pie o a caballo, puede andar durante una hora. Por lo tanto, con (a) ya sabe que aún le restan unas siete horas de viaje.

Otro ejemplo ¿Cuál de éstas dos medidas de superficie contiene más información:
  • (a) 300 acres, 
  • (b) 52 ha? 
De nuevo, la respuesta correcta es la (a), porque al ser un acre la cantidad de tierra que puede arar un hombre tras un buey en un día, nos dice la carga de trabajo que tiene esa finca.

Queda el tema de los múltiplos y submúltiplos frente a trabajar con números decimales. Aunque parezca mentira es más fácil trabajar con los primeros que con los segundos.

Sí. De nuevo ha leído bien: son mucho más fáciles de entender y manejar.

El motivo es que con los primeros siempre se trabaja con unidades enteras y además las unidades (véase la tabla al final) pueden dividirse entre 2, 3, 4, 6, 12... de manera que es muy fácil expresar un resultado como una fracción sencilla, por ejemplo 5 pies y 4 pulgadas ó 5 1/3 pies.

Naturalmente para nosotros, acostumbrados a trabajar con decimales, nos cuesta entender semejante afirmación, pero piensen que el entorno educacional en el que las medidas tradicionales estaban inmersas era de analfabetismo. La gente apenas sabía leer, escribir y contar y el concepto de número decimal, es algo abstracto muy difícil de digerir.

¿Me siguen sin creer? Hagan memoria. ¿Qué operación matemática elemental era la más difícil? Dividir y multiplicar con decimales. ¿Cierto?.

¿Necesitan más pruebas? ¿Qué cantidad representarían más fácilmente 3/7 ó 0,567?. Para que entiendan bien la dificultad del proceso será mejor que expresemos las dos cantidades en base 8 (Ya saben: 0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 10, ...)

Pero, por si aún no lo tienen claro, ¿nunca se han preguntado por qué los cocineros siguen hablando en sus recetas de vasos, medidas, cucharadas...?

Y es que, las cosas no siempre sin lo que parecen.

El porqué el sistema métrico se ha impuesto pese a estas desventajas se debe fundamentalmente a
  1. Las definiciones son mucho más precisas
  2. Los patrones son mucho más fácil de reproducir
  3. Aspira a ser un sistema universal(2) y que no estuviese relacionado con ningún país. Así se evitarían discusiones del tipo: ¿qué elegimos, la toesa francesa o la vara castellana?.
Para finalizar incluyo la tabla con las medidas inglesas, y sus correspondientes submúltiplos, y algunas definiciones curiosas.

  • El rey David I de Escocia en su Assize of Weights and Measures (c. 1150) define la pulgada escocesa como la anchura del pulgar de un hombre promedio desde la base de la uña.
  • El codo (rod) es una unidad histórica cuya longitud es igual 5½ yardas. Probablemente su origen está en la longitud típica de una aguijada(3) medieval.
  • El estadio (furlong, que significa anchura del surco) era la distancia que una pareja de bueys podía arar sin descansar y se estandarizó a 40 codos.

  pulgada     pie    yarda     codo      cadena    estadio     milla       legua   
inch (in) 1






feet (ft) 12 1





yard (yd) 36 3 1




rod (rd) 198 16,5 5,5 1



chain (ch) 792 66 22 4 1


furlong (fur) 7920 660 220 40 10 1

mile (mi) 63360 5280 1760 320 80 8 1
league (lea) 190080 15840 5280 960 240 24 3 1

(1) Para los más frikis aquí tenéis la Real Orden de 9 de diciembre de 1852, por la que se determinan las tablas de correspondencia recíproca entre las pesas y medidas métricas y las actualmente en uso.

(2) El Sistema métrico de pesas y medidas se crea en la Francia revolucionaria de 1799 con el lema “para todos los tiempos, para todos los pueblos”.

(3) En la América meridional el término que se utiliza es picana 

2 comentarios:

Lansky dijo...

Estoy muy de acuerdo. Hay varios libros más o menos recientes sobre la implantación del Sistema Métrico desde Francia (uno en Taurus cuyo nombre y autor ahora no recuerdo, por ejemplo), y todos adolecen de ser excesivamente propagandistas de las ventajas del sistema Métrico, que las tienen, claro, como también señalas.

Desde la Francia revolucionaria y la implantación del sistema métrico en 1799 a España pasó bastante tiempo, concretamente el metro se adopta en 1849 como unidad de medida de longitud, pero el sistema no se implanta completa (y obligatoriamente) hasta 1880, casi un siglo completo después. (Así que yo sigo midiendo el nacho de la cañada real juntoa mi pueblo en 'varas' de marco castellano= 90, equivalentes a unos setenta y tantos metros de ahora)

Un saludo y un enlace sobre el caso español:

http://departamentos.unican.es/digteg/ingegraf/cd/ponencias/183.pdf

Evil Preacher dijo...

Parece ser que si no se consiguió implantar el sistema métrico en el calendario (calendario republicano) fue por presión de la Iglesia, a la que le convenía la pervivencia del domingo.