viernes, 15 de noviembre de 2013

La (tía) buena, el feo y el malo. (I)

¡¡ Ay, amigo Miroslav !! , ¡¡ Pero qué mala es la curiosidad !!


Grillo me pregunta sí sabía algo acerca de la muerta de Lupe Sino, novia de Manolete, y de su posible relación con el galán Arturo Fernández.

Como soy poco aficionado a los asuntos de la entrepierta (aka corazón) de Lupe Sino sabía lo que todo el mundo. A saber:
  1. Que era la novia de Manolete
  2. Que su pasado era cuando menos turbio
  3. Que Camará (apoderado de Manolete) y Álvaro Domecq no la dejaron que entrase en el lecho de muerte de Manolete para evitar que se casara con él en artículo mortis.
Así que movido por la curiosidad, decidí ponerme a investigar a ver si sacaba algo más en claro, para poder contestar en condiciones a su pregunta. Al fin y al cabo, uno tendrá que cuidar a los pocos lectores que tiene. La verdad es que poco a poco he ido descubriendo cosas: algunas curiosas, otras tristes, que merecen ser la pena contadas.

Pero antes que nada los agradecimientos. La mayor parte de la información la he obtenido del blog Larga Cordobesa, cuyo autor es el periodista Rafael González Zubieta, El Zubi. Al tratar de averiguar algo más de él me he sorprendido con la noticia de su fallecimiento hace apenas unas semana. Sirva pues esta entrada de homenaje y agradecimiento.

A lo que íbamos. La muerte de Lupe Sino se produce como consecuencia de un derrame cerebral causado por un accidente que tuvo unos días antes en Madrid cuando viajaba en su descapotable. Del tipo de relación que mantuvo con Arturo Fernández, que por entonces tenía 30 años frente a los 42 de ella, no consta nada en ninguna parte, lo que por otra parte es lógico. De entrada ese tipo de relaciones se llevaban mucho más en secreto que ahora, que se pregonan, previo pago, a los cuatro vientos. Además en aquella época A.F. era un perfecto desconocido y ella vivía apartada del mundanal ruido, por lo que todo lo que se diga puede ser verdad o mentira o las dos cosas: hay quien dice que estaban liados y hay quien dice que solo eran amigos, lo que si parece claro es que era A.F quien conducía el coche, que era de ella. Lo que tampoco quiere decir nada, porque en aquella España real, que poco tiene que ver con la del Cuéntame, si ver a un mujer conduciendo era noticia, verla conduciendo con un hombre al lado hubiese sido de portada de telediario, aparte de haber mudado la reputación de galán a la de palomo cojo del ínclito A.F. hasta la tercera generación.

Pero, esperen, aún hay más.

Antoñita Bronchalo Lopesino tuvo la gran desgracia de nacer 60 años de tiempo. Mujer fuerte, segura de si misma y sobre todo independiente, sin ser realmente nadie tiene en su haber el seguir cosechando odios cincuenta años después de su muerte.

Pasaporte de Antonia Bronchales Lopesino
Comenzó a trabajar a los catorce años como criada si bien y en cuanto pudo decidió probar suerte como artista de cabaret y en salas de espectáculos. La guerra civil la pilla en Madrid sobreviviendo a base de utilizar sus mejores armas: el instinto y la inteligencia. Se trató con lo mejorcito de la izquierda, identificándose con los anarcosindicalistas. En este Madrid contrajo matrimonio con Antonio Verardini, actuando como testigos el propio general Miaja  y Cipriano Mera.

El marido, anarquista de origen burgués, debió ser un personaje de aúpa. Se sabe que estudió ingeniería en la Politécnica de Paris y la guerra le sorprende en la cárcel cumpliendo por  estafador, si bien el alegaba que:
que fue encarcelado porque ante su actitud anarquista, libertaria y revolucionaria le aplicaron la Ley de Vagos y Maleantes, con la excusa de “anormalidad mental”...
Pasó de soldado raso a teniente en una semana y llegó a ser jefe del estado mayor de IV ejército de Cipriano Mera y una vida, siempre al filo de la ley, que daría para toda una película.

Volvamos a Antonia. Según iba evolucionando la guerra Antonia, que de tonta no tenía un pelo, vio como su marido y la República iban perdiendo: uno influencias y la otra la guerra por lo que a punto de acabarse la guerra la pareja se rompió. Como todos los matrimonios celebrados en la zona republicana, el suyo fue declarado nulo por lo que. por arte de birlibirloque, nuestra heroína vuelve a estar soltera. En el Madrid de la posguerra, si hacemos caso a las maledicencias de la época, fue protegida de otros toreros, hombres de negocios y hasta de ministros de Franco. Lo que si es cierto es que trabajó en la película La famosa Luz María dirigida en 1942 por Fernando Mignoni. Pastora Imperio los presentó en Chicote, donde ella alternaba -forma educada de llamar a una mujer prostituta- y según cuenta Soto Viñolo:
Manolete se encoñó porque la guadalajareña era jaca fina, experta con sus armas de mujer, y el espada, un pardillo de casi 30 años, medio virgen, que se rindió ante una lagarta con muchas corridas a la espalda en el albero de Perico Chicote,"
El hecho es que desde entonces ella lo acompañaba a todas partes, hasta el punto de que Manolete la presentaba en Méjico como su mujer, y, con gran escándalo para la época, se fueron a vivir juntos al piso de ella, en la madrileña calle de Hilarión Eslava. Nunca fue aceptaba ni por la familia, ni por el entorno de Manolete, quien le dedicaba apodos tan cariñosos como "la Serpiente", "la Bicha" o "la Víbora".

Según nos cuenta el Zubi:
Siendo ya novia de "Manolete", en 1944, hizo el papel de Teresa en "El Testamento del Virrey" un film dirigido por Ladislao Vajda con guión de Tomás Borrás. Actuaron junto a ella Juan Calvo, Raúl Cancio, Milagros Leal, Manuel Luna, Irene Caba, José Isbert, Manolo Morán y Mercedes Vecino. Como verán, Lupe Sino se codeaba con los mejores actores que en aquellos momentos había en España.
En 1948, ya muerto el torero cordobés, fue contratada para hacer "El Marqués de Salamanca" que dirigió Edgar Neville y no volvió a hacer nada más de importancia.
Amargada y repudiada por todos, emigró a Méjico donde se casó con un abogado de nombre Manuel Rodríguez, del que separó -que no divorció- a los pocos años, y vuelve a Madrid a retomar su carrera artística. Como ya he contado antes muere a consecuencia de un derrame cerebral, a consecuencia de un accidente de coche sufrido en Puerta de Hierro con su coche deportivo descapotable, cuando era conducido por el actor Arturo Fernández. El ABC, en su edición de Madrid del día 15 de septiembre de 1959, despachó la noticia con una foto cuyo pie decía:
HA MUERTO LUPE SINO. La en otros tiempos conocida áctriz Lupe Sino -Antonia Bronchelo en su vida privada-, novia que fue del inolvidable lidiador Manuel Rodríguez "Manolete", que ha fallecido en Madrid a los treinta y nueve años de edad, a consecuencia de derrame cerebral. (Foto Cifra).

Tumba de Antonia Brochalo en el cementerio de Hortaleza de Madrid.
(Continuará...)
Fuentes:
La vida de Lupe Sino (1ª Parte)
La vida de Lupe Sino (2ª Parte)
La filmografía de Lupe Sino en IMD.

3 comentarios:

Grillo dijo...

Bien, hombre.
Se ve que conoces esa historia y la has repasado a fondo. Yo te lo agradezco por la parte que me corresponde.

Dices bien; lo que cuento que me contaron sobre la muerte de Lupe pude ser verdad, mentira o las dos cosas. Las noticias que daba entonces la prensa sobre este tipo de sucesos eran censuradas hasta un punto ridículo.

A ver; si Arturo Fernández dicen que tenía 30 en aquél momento y la mujer murió en el 59, el payaso y mega cursi 'actor' (¿¿?) tiene hoy por lo menos más de 89 años. Muchos son esos... aunque a juzgar por lo que dice en las entrevistas parece que habla un descerebrado gagá - o que también a él le afectó al cabestro el leñazo que se dieron con el 'haiga'.

Qué requetemal me caen ambos: el 'chatín' y la Lupe.

Más. Dirigir cine o ser actor en aquellos tiempos era cosa de gente sin ocupación formal que se metían a eso por bohemios y porque bastaba con aprenderse el guión y echarle mucho morro.

[Te comentaría mucho más frecuentemente, pero uno tiene ya una edad, la vista chunga y no siempre veo claramente las letrujas que hay que teclear para demostrar que no es un robot. Ya he perdido varios comentarios por eso. Tampoco tú ni tus lectores os perdéis mucho sin mi concurso.]

Lansky dijo...

La Lupe me cae bien. Creo que ser mujer (no digamos 'tía buena') en esa época en España o en Latinoamérica era asunto muy jodido

Numeros dijo...

Ser un mujer siempre ha sido un asunto muy jodido, aunque en aquella época más, y no solo aquí. Echad un vistazo a Mad Men para ver como se trataba a las mujeres en los Estados Unidos en aquella época.

De los actores lo que aguanto es que por interpretar a grandes hombres se crean grandes hombres y se autopregonen como intelectuales.

Grillo Eliminado el comprobador de robots.