martes, 10 de noviembre de 2009

Los límites de la técnica

Citius - Altius - Fortius (Más rápido, más alto, más fuerte) reza el lema de los Juegos Olímpicos y de la misma manera que en el deporte, la tecnología siempre trata de ir más rápido, más alto y más fuerte. La diferencia es que si bien en el deporte es posible hacer trampas, en el tema de la ciencia la cosa se complica bastante, sobre todo cuando queremos ir al límite.

En todos los medios se comentan con gran profusión las "cagadas" de los científicos: que si el Hubble estaba miope, que si el LHC lo ha jodío un pájaro... De entrada reconozco que soy el primero en reírme y pasar un buen rato con los comentarios jocosos que hace el personal, pero...

La vida es demasiado corta como para tomársela en serio


... no estaría de más, que recapacitásemos sobre los límites a los que se está trabajando.

En el caso del Hubble, hubo un fallo en el pulido del espejo primario del telescopio. El espejo tiene un diámetro de 2.4 m y tenía los bordes demasiado planos por un error de aproximadamente 2.2 micras.

Lo que viene a ser 1/15 el grosor de un pelo.

El LHC es una estructura de 27 km de longitud, donde las piezas tienen que encajar con una precisión de 0.0001 m. No hay ningún cero de más. Hablo de una décima de milímetro: el grosor de un pelo.


A mi lo que parece milagroso, no es que esto se lo cargue una miga de pan. Para mi lo milagroso es que funcione.

Y ahora viene la segunda tanda de preguntas que siempre se hacen. ¿Aparte de para sacar fotos tan bonitas como la que pongo, para qué coños sirve gastarse todo ese dinero en semejantes juguetes?

Dejemos que sea la madre historia la que responda.

Cuando Faraday mostró en público sus experimentos (que moviendo un imán en las proximadades de una bobina se produce una corriente eléctrica), dicen que se le acercó una señora y le preguntó que eso para qué servía.

- ¿Y para qué sirve un recién nacido? - fue su respuesta.

Otra versión dice, que fue un recaudador de impuestos quién le hizo la pregunta. En este caso la respuesta fue:

- No lo sé. Pero seguro que en unos años, ud. estará cobrando impuestos por ello.

De todas formas, si lo que nos preocupa es que la administración malgaste nuestro dinero, aquí tenéis unos cuantos ejemplos:

Tercer premio:  La Unión malgastó al menos 2.600 millones en 2008
Segundo premio:  Dilapidando el dinero público

y el ganador es.

Seguro que se les ocurren mejores candidatos. Se admiten sugerencias.

2 comentarios:

Barbie-funcionaria dijo...

Podría poner unos cuantos ejemplos de andar por casa, pero me lo impide el "secreto de sumario".
Ainsss, yo es que hay días que prefiero no enterarme de estas cosas.

Tierra dijo...

Si es que los científicos son unos incomprendidos, ayssss.